El sector del yacimiento que presenta la mayor densidad constructiva en superficie es el denominado Sector I, que ocupa la cresta más elevada del cerro y donde se localizan hasta tres concentraciones o complejos, designados por el Grupo de Estudios Ilicitanos como Castillete, Poblado I y Poblado II respectivamente.
El mayor de ellos, al que la historiografía ha bautizado como “El castillete”, responde a un edificio de planta casi cuadrangular de unos 35 metros de lado, que ofrecen unos 1.100 metros cuadrados de superficie, con un gran patio central, flanqueado por cuatro estancias en sus frentes Oeste y Norte. La obra es de mampostería de mediano tamaño dispuesta en hiladas horizontales, trabada con mortero de barro y revestida por una capa de enlucido de tonalidad blanquecino-amarillenta, que ha desaparecido en gran parte del edificio conservado.
Los vanos de acceso al interior del patio están perfectamente marcados por el encintado de la mampostería que conforma los muros, dejando unas anchuras medias de paso cercanas a los 87 cms. Se constata la presencia de atarjeas de desagüe que evacuaban al exterior a través de los muros perimetrales del recinto, sobre todo en el frente Norte, posiblemente por debajo de los niveles de pavimento muy alterados en estos puntos por derrumbes y remociones clandestinas de los relieves.
El acceso interior al complejo no ha podido ser documentado, aunque parece probable que se hallase en el frente Sur, lugar donde se percibe un largo muro de cierre hoy parcialmente perdido. Sin embargo, se ha podido registrar un acceso en la fachada oriental que comunica directamente el patio con el exterior, ya que en este punto no existen estancias intermedias. El enorme desnivel de esta ladera, donde el cerro se encresta de forma muy acusada, únicamente permite suponer la existencia de un enriscado acceso peatonal hoy difícilmente reconocible en un entorno muy afectado además por las canteras de extracción de piedra.
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